"Ya han pasado unos días del Desafío y mi estado de alerta no baja. Todavía me despierto a media noche pensando que me he dormido y que empezaré la etapa de bici, que me queda tarde y no podré conseguir el reto. Noto cómo se me acelera el pulso y empiezo a sudar cada vez que recuerdo los momentos vividos. Sigo obsesionado. Y es que este reto ha requerido muchas horas de trabajo, entrenando duro el cuerpo, fortaleciendo la mente y sobre todo espíritu, espíritu de superación cada día que pasaba, constancia, desde luego cabezonería y porque no decirlo mucha fe en mi mismo y en los que me rodean, así como dosis elevadas de coraje.
Cuesta recordar los momentos malos. Solo me llegan los buenos, tal vez sea porque son estos mayoría y ya habrá tiempo de contar todos con detenimiento, pero sobre todo me quedo con las sensaciones percibidas en estas casi 62 horas. El viento, el frío, la lluvia, el granizo y el calor son los cambios climatológicos que mi débil cuerpo a podido sufrir en sus carnes, carnes que mermaron drásticamente; nunca me podía haber imaginado que mis piernas pareciesen las de un corredor normal y no dos columnas gruesas cómo suele ser habitual, que las mallas de correr que utilizo habitualmente se me fuesen cayendo toda la doble maratón y mis cuadriceps bailaran en ellas.
¿Porque alguien hace esto??,¿ Que sentido tiene?,¿ Que quiere demostrar? Si todavía sois de los que os hacéis estas preguntas al enteraros de este reto, sólo puedo intentar explicároslo pero sinceramente, dudo que alguien que no haya perseguido un sueño, lo entienda. Se llama PLACER, eso es lo que me ha dado el montar junto a Alex este reto, compartir con Josef la primera etapa, placer al entrenarlo, placer al hacerlo y desde luego un gran placer al acabarlo. Las felicitaciones son muchas y variadas: algunas (cómo puede ser de conductor de autobús que me preguntó el otro día que me pasaba cuando me dirigía al trabajo) note que era por compromiso, pero que no alcanzan a ver que no es locura ni delirio es simplemente el estar vivo y vivir, sentirme realizado con lo que había planificado para este largo fin de semana, ver como los planes de entrenamiento han dado su fruto, cómo las largas horas educaron mi mente para sufrir y aguantar el sueño, para no perder la motivación cuando pedaleaba de noche y para estar siempre alerta a las señales que mi cuerpo iba dictando.
La primera etapa, con hambre de kilómetros, empezó con la marnathon, prueba que no defraudo a nadie. Fue dura y además larga, con 7 Km, que me dejaron algo tocado para el sector de la bicicleta. Notaba como iba pedaleando con una especie de globo en la cabeza, sensación que desapareció a las dos o tres horas para empezar a disfrutar de un paisaje realmente bonito, aunque duro y en ocasiones peligroso cuando cruzábamos algún túnel poco iluminado y con mucho trafico.
La segunda etapa fue la de las sensaciones, donde me quede solo en el reto y aprendí la calidad humana de muchas personas que han sido capaces de dejar todo para estar a mi lado cuando más lo necesitaba y de esta manera llevar a buen puerto esta prueba.
El paisaje ya lo conocía pero no es lo mismo desde el coche que desde la bicicleta, sufriendo todo el día un fuerte viento en contra y un recorrido rompepiernas que provoco el que mantuviese el plato pequeño prácticamente todo el recorrido y usando el grande en las pocas bajadas que hay en él.
La tercera etapa fue la de las consecuciones. Si, porque fueron varias las de este reto. La primera conseguir levantarme sin problemas después de un breve descanso de tres horas y ponerme a dar pedales. La segunda, llegar a Madrid. Tuve dos descuidos, fruto seguramente del cansancio acumulado que me retrasaron y pusieren algo nervioso: la primera pasada Guadalajara, entré en la R3 y tuve que retroceder 3 Km por el arcén, y la segunda, volviendo a salir mal, entre en Alcalá de Henares, en vez de seguir por la ruta marcada.
Por fin llegue a Madrid, metro Canillejas, donde deje la bici y empecé la T2 para recorrer los últimos 84 Km que me quedaban, con la agradable sorpresa de ver que podía conseguir hacer la doble maratón corriendo, andando tan solo en tres cuestas muy importantes del recorrido marcado por el anillo ciclista que rodea Madrid. Saludos."
Francisco Javier Vacas.
1 comentari:
¿¿¿¿¿PERQUE????????................
No es que no li trovi sentit, pero quina manera de jugar-se el fisic!!!!
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